Por Miguel Ballesteros, delegado presidencia provincial de El Loa.
Esta semana se cumplieron dos años desde que, como Gobierno, decidimos dar un salto sustancial en el control fronterizo de la macrozona norte, con la implementación del Sistema Frontera Norte (SIFRON).
El objetivo es mejorar el resguardo de nuestras fronteras, con el despliegue de las Fuerzas Armadas en una coordinación interagencial, que considera principalmente a las policías.
En nuestra región, son más de 200 kilómetros de extensión en que se despliegan las capacidades de las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad desde campamentos base de patrullas. Desde estos lugares se realizan patrullajes a pie y motorizados, se establecen puntos de observación y se realizan controles vehiculares, todo apoyado con medios logísticos y tecnológicos.
Desde su implementación, se ha reducido el ingreso de migrantes irregulares y también se han controlado delitos como el robo de vehículos, trafico de drogas, entre otros. Esto gracias a la labor que el personal de Ejército junto a Carabineros han desarrollado en los puestos fronterizos, con la implementación de patrullajes conjuntos, dando fuertes golpes al crimen organizado y especialmente, a bandas de narcotráfico.
Y aquí quiero volver a relevar las más de 6 toneladas de distintas drogas que decomisó Carabineros durante el 2024, y las ya más de 2 toneladas que lleva en el presente año, en un operativo que comenzó en la frontera y luego, tras la labor de inteligencia, llegó a la ciudad desbaratando una banda de crimen organizado que operaba en la región.
Eso es solo un ejemplo y botón de muestra de cómo SIFRON ha propiciado la implementación de tecnología avanzada en la frontera del norte de Chile y donde nuestra provincia no es la excepción. Claro que, como bien lo ha consignado nuestra delegada regional, Karen Behrens Navarrete, al ser bajo el número de personas que ingresan de manera irregular la labor se ha concentrado en los delitos.
Y en ese sentido, los golpes que se le han dado a las organizaciones criminales que operan en la frontera, son una buena señal que, esperamos siga entregando tranquilidad a la comunidad.
La tarea no ha sido fácil, las dificultades climatológicas de nuestro desierto, con la radiación solar y altura que registra este territorio, han demandado un esfuerzo adicional de los hombres y mujeres, agentes del Estado, que cumplen esta misión. Por lo anterior, hemos debido dotar al personal de condiciones de habitabilidad, alimentación y conectividad para el bienestar y el cumplimiento de las tareas.
Finalmente, no quiero que pase inadvertido el trabajo coordinado desarrollado por la PDI junto a Carabineros y el Ejército, el cual a través de su investigación y análisis criminal son un aporte en la frontera.
En definitiva, en este trabajo nadie sobra, ni ningún equipamiento adicional, es por ello que durante el presente año se seguirán adquiriendo vehículos como camionetas, furgones y cuatrimotos, todo con el objetivo de seguir resguardando nuestra frontera.